INtroducción
Partiendo de que cualquier gobierno tiene dentro de sus objetivos el impulsar el desarrollo, existen las Políticas públicas como medio para lograr el fin planteado. En general se puede decir que las políticas públicas son definiciones que dan marco a los programas y proyectos de desarrollo, en ellas se definen los grandes conceptos a los que se orientarán los esfuerzos institucionales y los recursos económicos del gobierno, para solucionar los problemas más sentidos de la sociedad. En la literatura sobre políticas se establece cuatro categorías de política: distributivas, reguladoras, autoreguladoras y redistributivas. Todas las categorías son actividades de las instituciones del gobierno y tratan de actuar directamente o a través de agentes, y van dirigidas a tener una influencia determinada sobre la vida de los ciudadanos.
La política pública a diferencia de la políticas de gobierno, incorpora la opinión, la participación, la corresponsabilidad y el dinero de los ciudadanos que contribuyen con sus impuestos (Canto, 2000). El mismo autor argumenta la diferencia entre las políticas diseñadas de “arriba hacia abajo” como aquellas que se relacionan con derechos básicos y preceptos constitucionales, y las políticas diseñadas de “abajo hacia arriba” como aquellas que tienen impactos en lo local y donde la participación de la sociedad es muy importante.
La política publica esta diseñada para lograr algunas metas en el futuro. De esta manera describe tres componentes: una condición presente que parte del diagnóstico de la problemática, una condición deseada y un conjunto de medios para cambiar la condición presente en el futuro, lo cual también se le llama la estrategia de intervención.
Aun a pesar del cumulo de estudios sobre las políticas publicas, y a pesar de las reformas políticas y económicas en américa latina, se ha vuelto evidente que las buenas ideas y las buenas recetas de políticas publicas no son suficientes para lograr los objetivos del desarrollo, la principal causa se encuentra en el proceso inmiscuido para elaborar las políticas publicas.
La eficacia de las políticas depende de la manera cómo se discutan, aprueben y apliquen. No basta mirar solo el contenido específico de las políticas sino hay que fijarse en los procesos críticos que les dan forma, las ponen en práctica y las mantienen vigentes en el tiempo.
EL proceso para el diseño de las políticas publicas
De acuerdo con Bardach (1998), para analizar o diseñar una política es necesario primero tener bien claro el problema que trata de resolver la acción pública; las causas del problema y la dimensión del mismo también deben quedar definidas. Al tratarse de una política pública se requiere que el diagnóstico del problema sea elaborado con la participación de la sociedad. Y en este diagnostico se puedan detectar los factores causantes de la problemática, el problema como tal y sus efectos.
Debido a que la política va orientada a la sociedad, y en ella existe una diversidad de problemática, el primer problema al que se enfrenta para diseñar una política pública, es definir la prioridad de las problemáticas percibidas por la sociedad.
En segundo término se definen los objetivos de la política, ya específicos a los problemas prioritarios. Actualmente se ha hecho énfasis en un enfoque de desarrollo Espacial-territorial, donde se aplican políticas que consideran las interrelaciones entre sociedad, naturaleza, actividades económicas, recursos urbanos, culturales e históricos de un territorio. Se trata de aprovechar adecuadamente las potencialidades de cada región en cuanto a sus recursos naturales, la infraestructura física, las actividades económicas, las dinámicas sociales de participación ciudadana y el capital social acumulado en el entramado institucional de cada territorio.
Una ves definidos los objetivos de desarrollo, se analizan las estrategias de intervención para solucionar el problema lo cual constituye las opciones de política. Finalmente, se fijan criterios que permitan valorar los resultados asociados a cada estrategia, se proyectan los resultados o efectos de la intervención y se valoran los costos y beneficios de la política.
Una vez definida la política se procede a su ejecución o implementación, fase en la cual puede haber desviaciones y no lograr los resultados esperados. Por ello es importante llevar a cabo la fase de evaluación de la política.
Los enfoques estrictamente tecnócratas del diseño de políticas suelen ignorar los pasos críticos del proceso de diseño, negociación, aprobación y aplicación de las políticas, proceso que alberga en su seno el turbulento mundo de la política. El proceso político es inseparable del proceso de formulación de políticas. Ignorar este vínculo entre ambos puede conducir, como en efecto lo ha hecho, a reformas inadecuadas y decepciones.
Las políticas públicas en su afán de lograr la aplicación y el éxito en su ejecución y permanencia deben de incluir en su diseño aspectos como:
Estabilidad, Adaptabilidad, Coherencia y coordinación, Calidad en la implementación y ejecución, orientación hacia el interés colectivo y Eficiencia.
ACtores del proceso de Formulación de Políticas
El proceso de formulación de políticas es un juego dinámico entre actores que interactúan en lo que podrían llamarse escenarios. Cada actor tiene un peso relativo diferenciado en la formulación de las políticas y el ser ignorado o desatendido puede ser un factor que atenta contra el éxito de la política.
En un extremo del espectro se ubican el presidente, el Congreso, los partidos políticos, el Poder Judicial, el gabinete y los gobiernos regionales.
En el otro extremo se ubica lo que se conoce en su conjunto como la sociedad civil: las empresas, los sindicatos, la Iglesia, los medios de comunicación, los centros de investigación y la movilización social.
Los partidos políticos, los cuerpos legislativos y los presidentes son los tres protagonistas en el escenario de la formulación, adopción e implementación de las políticas.
La participación de estos actores se da en dos estratos de análisis, una forma racional; en la que los actores participan para determinar objetivos y preferencias, indican las opciones y medios para lograr los objetivos, comparan las opciones resultantes y ponen en practica la alternativa optima, pudiendo así evaluar los resultados de su acción; y una forma Transaccional, en la que se lleva a cabo la negociación, concertación, Arreglos pluralistas o burocráticos. Ambas formas de participación no son excluyentes, su concertación y aceptación, determinan la eficacia en la aplicación de la política pública.
POliticas públicas actuales para el desarrollo rural en México.
A partir de que se promulga la Ley de Desarrollo Rural Sustentable (LDRS) en el año 2001 y se diseña el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural (PECDRS), el gobierno mexicano asume que el sector rural rebasa lo estrictamente agropecuario y por tanto la solución a las problemáticas rurales debe ser abordado desde varias Secretarías de estado, las cuales son coordinadas por la SAGARPA para lograr una concurrencia de esfuerzos en los siguientes aspectos:
• Actividades económicas de la sociedad rural.
• Educación y capacitación para el desarrollo rural sustentable.
• Salud y alimentación, planeación familiar, vivienda.
• Infraestructura y equipamiento comunitario y urbano.
• Combate a la pobreza y marginación, equidad de género, protección a la familia, educación cívica.
• Cuidado al medio ambiente, sustentabilidad de las actividades socioeconómicas y producción de servicios ambientales.
• Impulso a la cultura y el desarrollo de formas de organización, seguridad en la tenencia de la tierra.
• Promoción del empleo, seguridad social, protección civil y paz social.
Para lograr esta concurrencia de esfuerzos, junto con el Acuerdo Nacional para el Campo, se contempla una Política de Fomento Productivo y Desarrollo Económico y una Política Social para el Desarrollo Rural Sustentable. Ambas políticas permitirán fortalecer al sector rural como motor de la economía regional y nacional.
Para dar cumplimiento a la ejecución de las políticas de desarrollo el gobierno federal destina parte del presupuesto en el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural, más de 200 000 millones en la actualidad. Y el recurso de ordena en nueve vertientes: competitividad, social, financiera, infraestructura, laboral, medio ambiente, educación, salud y agraria. El recurso es transferido a través de una diversidad de programas adheridos a alguna de las 14 Secretarias que conforman el PECDRS o directamente a través de las aportaciones federales a municipios.
Para 2008 el presupuesto del PEC se concentro en la inversión en infraestructura, educación, pobreza y salud. El componente social representa el 40% del presupuesto total destinado al desarrollo rural; el componente productivo tiene un peso del 55% y el presupuesto de administración es de 5%.
Bibliografía:
Morales Carrillo Nicolás. 2007. Políticas públicas para el desarrollo rural: reflexiones sobre su ejecución.
Ernesto Stein y Mariano Tommasi. 2006. La Política de las políticas públicas.
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